domingo, 8 de octubre de 2017

400 ANIVERSARIO DE LA PLAZA MAYOR


Buenos días. Aprovechando que este año se celebra el 400 aniversario  de la construcción de la Plaza Mayor, os dejamos el relato que han escrito en nuestro cole, con la ayuda de Ángel, nuestro profe de E. Física y encargado de nuestra Biblioteca Telo. Leedlo porque vale la pena. A nosotros nos ha encantado.


                     DIÁLOGOS EN LA PLAZA MAYOR DE MADRID


Con su superficie rectangular de 129m de largo y 94m de ancho. Con edificios de 3
plantas de altura, 377 balcones, 10 puertas, 114 arcos, 76 buhardillas y 4 torres. Lugar
que fue mercado, reunión de gremios, celebración de corridas de toros,
representaciones teatrales y autos de fe, algunos dicen escuchar en el silencio de la
noche voces lastimeras de reos y verdugos.
Por curiosidad quise comprobarlo y paso a transcribir lo que puede escuchar de sus
protagonistas representados en los bancos, fachadas y tiendas…
Felipe III: ¡¡Eh pueblo!! Parece que la Plaza ya ha quedado despejada y ya podemos
hablar después de todo el día manteniendo la postura.
!iiiiiiii! Si caballo, ya puedes apoyar en el suelo la pata delantera.
Cibeles: ¡Jo! Cada vez la gente se acuesta más tarde y tenemos menos tiempo para
descansar.
Felipe III: Pues prepárate para este año, pues se celebra el 400 aniversario de la
Plaza…
Cibeles: ¡¡400 años, flipante!!
Felipe III: A ver Cibeles, esos modales, que ya estás contagiándote de la forma de
hablar de los jóvenes actuales. Aunque no me extraña, con todo lo que oímos y vemos a
lo largo del día aquí en la Plaza.
Cibeles: Perdón Felipe, quería decir que es verdad eso que se dice de que ¡cómo pasa el
tiempo!
Lagunilla: Pues yo me acuerdo perfectamente de cómo comenzó todo.
Felipe III: Pues venga, vamos a recordar entre todos los viejos tiempos. Cuéntanos la
historia Lagunilla.
Lagunilla: En la confluencia de lo que es hoy la calle de Atocha y Toledo, había varias
lagunas donde los reyes venían a cazar patos, la más grande era una llamada de Luján.
Los distintos gremios se fueron instalando en la zona de la laguna para vender sus
mercancías y así evitar pagar los aranceles que debían pagar si vendían dentro de las
murallas. Se empezó a conocer con el nombre de Plaza del Arrabal. El rey Juan II
mandó desecar la laguna de Luján para tener más espacio.
Su hijo, Enrique IV, en 1463 concede a Madrid el privilegio de celebrar mercado todos
los martes y en las fiestas de San Miguel y San Mateo. En 1480 se construyen portales
donde se establecen los vendedores, además de una casa portalada que actuaba como
lonja de comercio.
La actividad comercial es tan grande que en 1565 se ve la necesidad de ampliar el
espacio de la plaza y construir casas, dos de ellas dedicadas a recepción y venta de pan
y carnes.
En 1561, tu padre, Felipe II, traslada la Corte de Toledo a Madrid…
Tritoncillo: Debido entre otras cosas a que Madrid estaba rodeado de frondosos
bosques y tenía mucha agua.
Abundia: Si, bosques que sufrirían una tala masiva para construir las casas y edificios
que demandaba la Corte.
Macho cabrío: Vale, ecologista, tienes razón, pero muchas veces en aras del progreso
no se miran otras cosas, como hoy Donald Trump…
Felipe III: Venga chicos, no nos desviemos del tema de hoy, que luego llega el
personal de limpieza del Ayuntamiento y se nos acabó la tertulia.
Lagunilla: Sigo; en 1581 el corregidor Gaytán de Ayala envía a tu padre el proyecto de
una nueva plaza que fuese acorde con una villa que ya era la capital del reino. Tu padre
le dice que hable con Juan de Herrera y éste acepta el proyecto. Juan de Valencia
será el encargado del diseño inicial y vigilancia de su construcción.
Panaderico: Se empieza a construir la Casa de la Panadería debido a la crisis de
abastecimiento de pan que sufrió Madrid en 1589 y así crear un lugar de
almacenamiento de trigo y harina. Diego Sillero se encarga de su construcción y tu
padre exige estar informado del desarrollo de las obras. La parte baja se destina a
panadería y las estancias y balcones del piso principal se reservan para que los reyes
asistan a las fiestas, actos y corridas de toros que se celebraban en la Plaza.
Lagunilla: Aquí, la plaza del Arrabal ya empieza a conocerse como Plaza Mayor. Bueno
Felipe, ahora te toca seguir a ti, que ya conoces la historia.
Felipe III: La verdad es que yo seguía viendo la Plaza como un espacio desordenado,
sucio y anárquico, así que mando a mi arquitecto de confianza Juan Gómez de Mora que
construya una nueva plaza más amplia, moderna y con importantes edificios. En 1617
empieza las obras y se derriba todo menos la Casa de la Panadería. Al final la Plaza
queda con casas de 6 plantas, con soportales con pilares de piedra y abierta en los
puntos que coincidía con las calles. En los lados norte y sur estaban las casas de la
Panadería y de la Carnicería, destinada a depósito de carne y de ella se abastecía a los
mercados de la villa.
Las obras de la Plaza Mayor concluyen en 1619…
Isidra: Y se inaugura el 15 de mayo para celebrar el acto de canonización de San
Isidro., patrón de los madrileños.
Felipe III: De esta manera la Corte ya teníamos un espacio adecuado para las
recepciones y celebraciones solemnes. En las plantas bajas se situaban los comercios y
en los pisos las viviendas de los burócratas, mercaderes y cortesanos.
Cupido: La plaza tenía a diario una actividad comercial y en los días de fiesta se
dedicaba al ocio: espectáculos, juegos de cañas, corridas de toros, mascaradas,
representaciones teatrales, actos solemnes, autos de fe y ejecuciones públicas.
Proserpina: Si, pero ¿qué me decís de los tres incendios que tuvo?
Ave Fénix: Pues sí, hubo tres incendios debidos a distintos factores como el
hacinamiento en las viviendas, los sistemas de alumbrado (antorchas, candiles, faroles
de aceite) y la madera usada en su construcción.
Tritoncillo: Y la falta de medios eficaces de extinción de incendios.
Ave Fénix: El 1º ocurrió el 7 de julio de 1631, se incendió el sótano de una casa
contigua a la de la Carnicería. Tu hijo Felipe IV acompañado del Duque de Olivares
estuvo presente y pidió que trajesen el cuerpo incorrupto de San Isidro, temiendo que
las llamas pudiesen llegar al Alcázar.
Cariátide blanca: ¡La de cosas raras que hemos visto en esta Plaza!
Ave Fénix: La reconstrucción la hizo Juan Gómez de Mora y la terminó en 1633. El 2º
incendio ocurrió el 20 de agosto de 1672 y afectó a la Casa de la Panadería y dicen que
provocado por una vela o lámpara que pusieron ante la imagen de la Virgen del Rosario
delante de la cual se amontonaban las banastas de los vendedores del mercado. Duró 8
días. El tercer incendio ocurrió el 16 de agosto de 1790 y empezó en el sótano del
Portal de Paños, entre el arco de Cuchillero y Botoneras. Duró 9 días. En este caso no
hubo víctimas pero sí mucha gente perdió sus viviendas y se quemó la iglesia de San
Miguel, donde está el mercado. La Plaza la reconstruye el arquitecto mayor de Madrid.
Juan de Villanueva: Ese soy yo. Para la reconstrucción usé básicamente piedra y
ladrillo y modifiqué el sentido abierto que tenía. La diseñé como una plaza cerrada y
simétrica. Las calles las cerré mediante arcos y unifiqué la altura de los pisos a la
altura de la Casa de la Panadería. Finalizaron las obras en 1854 y la plaza quedó tal y
como la conocemos ahora.
Baco: En este punto quiero mencionar las tasas que se impusieron al vino para ayudar a
la reconstrucción de la plaza.
Abundia: Este incendio puso punto y final a un período histórico de la Plaza Mayor, ya
que cesó la actividad de mercado en el recinto y se distribuyó por otras plazas de la
villa.
Sabio: ¿Os habéis dado cuenta de la cantidad de “juanes” que están relacionados con
la historia de la Plaza? Juan II de Castilla, Juan de Herrera, Juan Gómez de Mora,
Juan de Villanueva, Juan de Bolonia y Juan Cristóbal.
Felipe III: Bueno, estos dos últimos se relacionan con mi montura.
Sabio: Cuenta, cuenta, pues tu llegada marca un antes y un después en la historia de la
Plaza. Al estar en medio “como el jueves” ya no se puede utilizar la plaza para los
festejos que se venían realizando…
Felipe III: Mi estatua viene de Florencia, la comenzó el escultor Juan de Bolonia y la
concluyó Pietro Tacca. Me la regaló Cosme de Medicis en 1616 y estuve inicialmente en
el palacete real de la Casa de Campo, en los jardines del Reservado. Vine aquí en 1848,
por orden de la reina Isabel II a petición del concejal Ramón de Mesonero Romanos.
Iiiiiiiiii: Como bien dice mi caballo, en 1931 con la II república sufrimos un atentado, le
metieron una bomba por la boca. Así descubrimos el “cementerio de gorriones” que
albergábamos… Tras la guerra civil fui restaurada por Juan Cristóbal. En 1968 me
llevaron al Parque del Retiro mientras construían el aparcamiento y paso subterráneo
que tenemos hoy día bajo nuestros pies y ya volví definitivamente en 1971.
Niños: Nosotros lo que echamos de menos son las fiestas populares que se celebraban
en la plaza, sobre todo ecuestres como los juegos de cañas, las encamisadas de
carnaval, las mascaradas, las laminarias y fuegos, actuaciones teatrales, bailes, actos
religiosos, sobre todo procesiones, la quema de fuegos artificiales y el estafermo.
Felipe III: Pues venga, que hablen los implicados en esos festejos.
El Sabio: Muchos de los actos celebrados precisaban del pago de una entrada. El
precio más alto por el alquiler de los balcones de los primeros pisos fue con motivo de
la coronación de tu hijo Felipe IV (12 ducados).
Los que vivían en las casas que daban a la Plaza, estaban obligados a desalojarlas para
ceder sus balcones a los invitados de la Corte, y a los que pagaban entrada, solo por la
tarde.
El aforo era de 50000 personas y para darle más capacidad, se colocaban andamios
entre los balcones. Algunos trepaban hasta los tejados para ver gratis el espectáculo.
Isidra: Si, la primera gran celebración en la plaza fue la beatificación de San Isidro,
un 15 de mayo de 1620.
Felipe III: Yo me acuerdo cuando se hizo el traslado del Pendón Real desde el
Ayuntamiento a la Plaza Mayor después de morir mi padre, y luego mi proclamación
como rey.
El Sabio: La verdad es que la Plaza ha sido escenario de muchos actos reales como la
proclamación de tu hijo, Felipe IV, la de Felipe V, la coronación de Fernando VI…
Cupido: De históricas fueron catalogadas las fiestas celebradas en 1765 para
conmemorar la boda del Príncipe de Asturias, Carlos IV con la princesa de Parma.
El Majo Torero: Nada, lo mejor eran las corridas de toros que se celebraban en la
Plaza.
¡MUUUUUUUUUUUU!
Proserpina: Mira, los toros del bar andaluz “La Torre de Oro” no opinan lo mismo…
El Majo Torero: Nunca llueve a gusto de todos… El caso es que la Plaza Mayor fue el
primer coso taurino estable de Madrid. Los festejos respondían a celebraciones regias
u ordinarias con motivo de festejar a San Isidro, San Juan o Santa Ana.
Felipe III: Aún me acuerdo de la celebrada en 1599 cuando vine a Madrid con mi
mujer Margarita.
El Majo Torero: Pues seguro que fue por la tarde, pues las corridas para el pueblo se
celebraran de mañana… Yo echo de menos la preparación, la construcción de las
gradas, los tendidos, los adornos de los balcones, la figura del pregonero y el verdugo,
el paseíllo con el desfile de la carroza real, el riego de la plaza para que no levantara
polvo…¡¡Qué tiempos aquellos!!
Duque de Lerma: En la lidia también participábamos los caballeros de la nobleza para
mostrar nuestro arte y arrojo ante las damas de la corte, aunque siempre a caballo. La
lidia a pie se la dejábamos a los toreros profesionales que se contrataban.
El Majo Torero: Si, pero a la muerte de tu hijo Felipe IV se prohibieron las corridas.
Durante el reinado de Felipe V sólo hubo tres. Luego Carlos III prohibió la muerte de
los toros. Las últimas corridas en la Plaza Mayor fueron en 1846 para celebrar la doble
boda de la reina Isabel II y la de su hermana y pudimos ver al “Morenillo”, al
“Cúchares”, al “Chiclanero” y a “El Salamanquino”.
El Sabio: Bueno, Felipe V quitó las corridas pero dio impulso a los juegos de cañas, que
evocaban torneos medievales pero sin lanzas.
Macho Cabrío: Si, sí, mucha fiesta, celebración, corridas, pero parece que nadie
quiere hablar de la parte más negra y macabra de la historia de la Plaza, pues en ellas
se celebraron ejecuciones públicas y autos de fe durante siglos.
Don Rodrigo Calderón: Yo fui ajusticiado el 21 de octubre de 1621 a pesar de que sólo
me fue probado uno de los 247 cargos que se me imputaban. Había varios tipos de
ejecuciones y cada una en su lugar: el cadalso de la horca estaba delante del portal de
Paños, el de degollados frente a la casa de la Carnicería y el de garrote vil frente a la
de la Panadería. Los reos salíamos de la cercana Cárcel de Corte.
El Sabio: Fernando VII abolió en 1832 la muerte en la horca y ordenó que todas las
ejecuciones fuesen a garrote, y según la condición social del condenado podía ser
ordinario, vil o noble.
Verdugo: Calla, calla, no me cuentes, que nadie quería ser verdugo y al principio era
una profesión obligatoria que se encargaba a delincuentes o condenados a muerte y así
salvábamos la vida. Que se lo pregunten a Marcos Zapata y verás lo que te cuenta.
Don Rodrigo Calderón: Si, pero cuando se anunciaba una ejecución, los balcones y
tejados de la Plaza se abarrotaban de público, incluso niños. En 1798 se produce la
última ejecución pública en la Plaza por el asesinato de Francisco Del Castillo, amigo de
Goya.
El Pintor y su Musa: El cual plasmó este suceso en varios lienzos.
Macho Cabrío: ¿Y qué me decís de los autos de fe?
Benito Ferrer: Yo sufrí en enero de 1624 el primer auto de fe celebrado en la Plaza
Mayor por hacerme pasar por sacerdote. ¡¡40000 personas asisten al acto!! Me
colocaron en el centro de la plaza en una jaula y en los laterales había gradas para los
miembros de la Inquisición y consejeros del Reino. En los balcones estaba la nobleza.
Solían durar todo el día y se servía un refrigerio a los espectadores. Venían los Reyes,
pero no se quedaban a ver la ejecución de los condenados a muerte, pues eran
quemados vivos en los braseros que había por Fuencarral o la Puerta de Alcalá.
El Sabio: Vale Benito, tú serías el primero, pero el más importante fue el del 30 de
junio de 1680. Con motivo de la boda de Carlos II y María Luisa de Orleans se
juzgaron a 120 personas, de las cuales 21 fueron condenadas a muerte.
El Pintor y su Musa: Auto de fe que fue plasmado en lienzo por Francisco de Rizi y
que se puede ver en el Museo del Prado.
Cariátides: Vale ya de hablar de cosas macabras, por qué no hablamos de otras cosas
que hemos vivido durante estos 400 años como los distintos nombres que tuvo la plaza
(Mayor, Constitución, Calvo Sotelo, Real), acontecimientos que vimos como el motín de
Esquilache, la lucha del 2 de mayo contra los franceses, el…
Felipe III: ¡¡A callarse todos!! Que ya llega el personal de limpieza del Ayuntamiento.
Seguimos otro día. Y tú caballo, levanta la pata delantera izquierda, no te confundas
como el otro día…menos mal que nadie se dio cuenta.
Ni que decir tiene que pienso volver a visitar la Plaza Mayor

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